El Café de Guatemala
A lo largo de la historia han sido muchos los que han calificado a los cafés de Guatemala como cafés únicos. Los más de 300 microclimas de los que goza el país por sus valles, lagos, volcanes, la gran riqueza mineral de sus suelos, la proximidad al océano Pacífico y Atlántico, su patrón de lluvias constante durante todo el año y la altura de sus cafetales, garantizan, sin duda, unas características inmejorables para el cultivo de café.
Los cafetales guatemaltecos florecen una vez al año, durante los meses de marzo, abril o mayo, dependiendo de la elevación y régimen de lluvias de la región en particular. La floración tarda entre dos y tres días, y durante este espacio de tiempo los cafetales adquieren un aspecto de campo nevado. De cada flor nacerá un fruto que contiene dos semillas o granos de café. Entre los meses de junio a octubre las matas de café se llenan de frutos de color verde que crecen paulatinamente hasta alcanzar su tamaño normal.
El café guatemalteco es recolectado a mano para seleccionar el fruto adecuado, que no debe ser verde ni tampoco muy maduro. El procesamiento habitual es un primer beneficio húmedo, seguido del secado al sol y beneficio seco, en el que las máquinas convierten el grano pergamino en grano oro, listo para enviar a los tostaderos.
¿Cuáles son las diferentes regiones cafeteras de Guatemala?
- Antigua - esta es la región considerada cuna del café de Guatemala, Antigua produce una taza elegante, bien balanceada, con un exquisito aroma y sabor particularmente dulce. El delicioso sabor del café se debe al rico suelo volcánico de la zona, las noches frescas y el abundante sol.
- Valle de Acatenango - el café de esta región tiene una marcada acidez, un cuerpo equilibrado, un aroma fragante y un final limpio y persistente.
- Atitlán tradicional - el café de esta región se describe como de gran cuerpo y con una brillante acidez cítrica.
- Meseta de Fraijanes - produce una taza de café brillante con un cuerpo definido. La acidez es evidente en el sabor.
- Nuevo Oriente - el café de esta región es equilibrado y con mucho cuerpo, con un marcado sabor a chocolate.
- Selva de Cobán - estos cafés tienen perfiles de sabor profundos y almibarados, menos ácidos que los cultivados en las regiones volcánicas.
- Altiplano de Huehuetenango - este café tiende a ser más ácido y afrutado, con notas de vino y mucho cuerpo.
- San Marcos - este café suele ser floral y delicado, con una acidez pronunciada.
Divierteté probando todas las regiones, ya que pueden tener un sabor muy diferente entre sí.